
El viaje interno
¿Cuál es mi esencia, que es aquello que me mueve, y que es lo que quiero aportar, y compartir con el mundo? ¿Cómo inicié mi viaje interno, y qué me llevó a hacerlo?
Mi propósito
Mi deseo es ayudar e inspirar a cada ser que resuene con mi mensaje. El propósito es guiar y asistir en el viaje interior, en conectar con tu esencia, aquello que te hace único. Y para que desde allí, puedas encontrar las respuestas que siempre han existido, tu propósito de vida, tu misión.
Recordar quién eres realmente y vivir, desde este conocimiento, una vida plena y feliz, haciendo aquello que enciende tu alma y que te representa, encontrando gratitud y amor en todo lo que te rodea.
Me considero rebelde y luchadora. Desde siempre, aunque sin ser consciente durante muchos años, me movía por la vida con una fuerza interna que no sabía muy bien que era. Era una voz interior que me impulsaba a hacer según qué cosas; la mayoría de las veces provocando desaprobación en mi ámbito familiar.
Aún así, nunca dejé de escuchar esa voz , y siempre me guió hacia un aprendizaje interno de valor incalculable, unas veces placentero, otras doloroso, más sin duda, un aprendizaje del cuál estoy muy agradecida porque me lleva a ser quién soy hoy en día.
Mis inicios
Con mi espíritu rebelde, y siempre movida por esa fuerza interna, que al principio carecía de sentido, me independicé muy joven, por cabezonería, y luego, aunque regresé a casa de mis padres por un corto periodo de tiempo, me fui a vivir al extranjero.
Allí empezó realmente ese descubrimiento, el viaje interno donde las batallas con mis demonios y sombras internas eran constanste. Llegué a tocar fondo emocionalmente en un par de ocasiones, pero siempre tuve ese coraje que me pedía seguir adelante, no sin sufrir, obviamente.
Había iniciando el camino de autoconocimiento, de preguntarme el porqué. Porqué la vida era tan injusta conmigo, porque tenía que sufrir tanto, y porqué todo iba en contra mía, cuando quería todo lo contrario.
Empecé a entender que ese ímpetu, de Aries que soy, me hacía tirar adelante; pero no me respetaba a mí misma, ni me quería lo suficiente.
Siempre buscaba afuera lo que me faltaba dentro, sin entender que lo que me faltaba dentro dependía sólo de mí encontrarlo, pero no fuera, sino en mi interior.
Despertar espiritual
Poco a poco, empecé a deshacer la maraña de mi mente. Después de leer libros sobre positividad y como cambiar la perspectiva de la vida y mi visión del mundo, en el 2004 me topé con el Reiki, me interesó enormemente; y decidí seguir indagando por ese campo menos convencional.
Más tarde estudié aromaterapia; la relación terapéutica de los aceites esenciales con el sistema nervioso y el campo etérico me cautivó. De ahí siguieron formaciones complementarias de anatomía y fisiología; diferentes disciplinas de masaje holístico, y así fui ampliando conocimientos en temas energéticos y espirituales.
Sí, fui ampliando conocimientos, que no coherencia.
Coherencia, la gran Clave
En mi caso, la teoría y todo el conocimiento adquirido era estupendo, pero aún así, no acababa de sentir que fuese capaz de cambiar mi mundo.
Empecé a entender la importancia de la coherencia entre lo que piensas, sientes y dices. Si no están de acuerdo, ya te puedes proponer lo que quieras, que no te va a servir de nada!.
O quizás te sirva en alguna que otra ocasión, pero si no eres coherente de corazón y lo mantienes en el tiempo, en algún momento la ilusión se rompe, y lo ves reflejado en tu realidad.
Mi gran reto
El mayor reto de mi vida hasta el momento llegó hace 7 años, cuando mi marido quedó en coma después de una visita al dentista.
Sí, cómo lo oyes. No puedo describir con palabras todo lo que sentí durante los 10 días que estuvo en esa situación. pero el viaje interno y todo el bagaje espiritual adquirido en los 10 años anteriores empezó a cobrar sentido y relevancia; teniendo un papel fundamental a la hora de afrontar mental y emocionalmente tal situación.
Fue horrible. Aún así, agradecí que mi marido no sufriera.
Por primera vez en mi vida, me di cuenta de la magnitud del amor incondicional; y que cuando vibras desde allí, el ego no tiene cabida.
Me preocupó que no sufriera, y recuerdo decirle, mientras yacía inconsciente en la cama del hospital, que hiciera lo que debía, que si era su momento de marchar, que lo iba a aceptar lo mejor posible, pero que sabía que siempre iba a estar conmigo.
Que lo que importaba por encima de todo, era él; el bienestar de su alma, de su ser. Me sorprendí tanto al oírme decir esas palabras, que entonces comprendí que por más doloroso que fuese la experiencia que estaba viviendo, el amor incondicional que sentía dentro lo podía todo.
Diez días más tarde la luz de su cuerpo se apagó y mi mundo se derrumbó hasta que integré su partida, y entendí que la energía se transforma, no se destruye, y que el alma abandona el cuerpo físico que conocemos, pero su esencia permanece porque somos todo.
Alumbrando la Oscuridad
Empecé a sentir más desde el corazón, y la pérdida física siguió siendo dolorosa durante mucho tiempo, por no tenerlo a él, físicamente, en este mundo de materia, pero la paz interior de entender que él seguía existiendo en su energía, en su esencia me ayudó a aliviar ese dolor.
Aún así, caí en picado. Hice muchos cambios en mi vida, tomé decisiones que no hubiese contemplado jamás tomar unos meses antes. Tuve que reconfigurar toda mi realidad para adaptarla a la nueva situación.
Pasé de un extremo al otro sin darme cuenta; pero en ese proceso también sentí que me guiaba por esa fuerza interior, que sin poder dar sentido explicito, me permitía caer bajo para sacar todo el dolor, y al mismo tiempo nunca llegué a perder el sentido de mi ser.
Esa fuerza interior seguía viva, esperando el momento adecuado para volver a brillar y recodarme una vez más esa esencia que pensé haber perdido.
Aunque nunca la llegué a perder. Simplemente quedó de lado, como un punto de referencia donde enfocar cuando estuviese preparada. Como la brújula que sabes que tienes y a la que acudes cuando ya estás preparado para retomar tu camino. Necesité sanar y respeté mi propio proceso.
El viaje interno continúa
Sigo aprendiendo a diario, nunca se acaba. Siempre quedan sombras que aparecen cuando menos te las esperas, y que ahora las veo como una oportunidad única de crecer, por tanto, las agradezco, por muy inconvenientes que puedan parecer a simple vista.
Porque una vez pones el foco en la sombra, ésta deja de ser sombra; y desde el entendimiento de la mente y el corazón la observas, y dispones de otra objetividad; entonces, la reconoces y la integras. Y de repente, deja de ser tan terrorífica y amenazadora, y desde la comprensión y el amor, la entiendes, y se transforma.
El viaje interno continúa, y lo importante es no perder ese brújula, saber que nunca te abandona; que simplemente la guardamos hasta que nos vemos con fuerza en creer en nosotros otra vez.
Una vez que encuentras el coraje de ser tú, desde el corazón; siendo honesto contigo mismo; encontrando coherencia entre tu mente, tus actos, tus palabras y tu corazón, empiezan a suceder cosas maravillosas. Se descubren ante tí situaciones, experiencias y momentos que afianzan ese sentimiento de saber, desde algún lugar más profundo, que vas por el buen camino.
Silvia x

